La extracción de terceros molares, comúnmente conocidos como molares del juicio, es un procedimiento quirúrgico que consiste en la remoción de éstos, que se encuentran situados en la parte posterior de la boca.
La indicación de extraer los molares puede ser por varias razones:
- No hay espacio suficiente para realizar una buena ortodoncia.
- Porque están impactados en los molares que están delante de ellos por mala posición.
- Causan dolor por infecciones en la zona.
Idealmente se usa L- PRF (Plasma Rico en Fibrina) en la zona intervenida para mejorar y acelerar el proceso de regeneración y de cicatrización.
El L-PRF es una técnica avanzada de medicina regenerativa que se utiliza en cirugía de terceros molares y otros procedimientos quirúrgicos orales. Se obtiene a partir de la propia sangre del paciente, lo que lo hace un procedimiento seguro y biocompatible.
La extracción de terceros molares con L-PRF generalmente sigue los siguientes pasos:
- Sacar y procesar la muestra de sangre del paciente bajo estrictos protocolos de centrifugación y manipulación para separar los distintos componentes sanguíneos.
- Hacer la cirugía de exodoncia por el cirujano utilizando instrumental específico en un ambiente adecuado para un acto quirúrgico ambulatorio.
- Se rellena el lecho quirúrgico con el L-PRF actuando como una matriz de fibrina rica en células y factores de crecimiento que estimula la cicatrización y regeneración de los tejidos.
- Luego se procede al cierre de la incisión con distintos tipos de sutura según se indique.
- El uso de L-PRF en las distintas cirugías como la de los terceros molares otorga varios beneficios, tales como, cicatrización más rápida y de mejor calidad de los tejidos, disminución del dolor postoperatorio, menor inflamación postoperatoria.
Sin embargo, es importante que el procedimiento sea realizado por un cirujano oral calificado y que se sigan las indicaciones postoperatorias para asegurar una recuperación exitosa.